Gracias por su pregunta. Permítame leer el pasaje bíblico en Génesis 1:26-27 donde se trata este asunto. La Biblia dice: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. El uso del verbo “hacer” en plural en este pasaje bíblico es un primer indicio que apoya lo que aparece más adelante en la Biblia acerca de la trinidad.
Cuando habla del hombre usa la palabra en hebreo “adam”. Que a veces aparece como nombre propio como en Génesis 5:3 y a veces como un nombre genérico para referirse a toda la humanidad. El concepto bíblico de la imagen de Dios en el hombre indica que el hombre de alguna manera refleja algunos de los atributos y características de su Creador. Pero esta imagen no puede ser semejanza física, pues la Biblia declara que Dios es Espíritu, y por tanto no posee cuerpo físico. Observe lo que dice Juan 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
La imagen y semejanza debe referirse por tanto a capacidades que Dios otorgó al hombre, como la capacidad para pensar, el intelecto. L capacidad para sentir, las emociones, y la capacidad para decidir por sí mismo. La voluntad, la capacidad para discernir la diferencia entre lo bueno y lo malo, la capacidad moral. De esta manera, el hombre estaba en capacidad de conocer y obedecer la voluntad de Dios. Inclusive el hombre podía tener una comunión íntima y persona con Dios.
La imagen de Dios en el hombre distingue a la humanidad del resto de la creación y le da una dignidad y valor no compartido por el resto de lo que Dios creó. El valor y la santidad de la vida humana está relacionada con la imagen de Dios en el hombre. Génesis 9:6 dice: El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
La creación de la humanidad se presenta como la obra cumbre del Creador. Así que, el hecho que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza no tiene nada que ver con apariencia física o estatura o color de piel. En la composición genética del hombre creado por Dios residían todas las combinaciones genéticas necesarias para que de ese hombre salgan todas las razas existentes en el mundo.
En cuanto a los diferentes idiomas en el mundo, eso fue el resultado de la intervención divina en la humanidad para evitar que el hombre tercamente persista en algo que era imposible alcanzar, la famosa torre de Babel. Note lo que dice Génesis 11:5-7. «Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.