Gracias por su pregunta. El único lugar en el cual la Biblia habla de tatuajes es en el Antiguo Testamento. Para ser más preciso, en Levítico 19:28 donde leemos: Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.
Cuando este texto habla de no imprimir en nosotros señal alguna, está hablando de no hacernos tatuajes en la piel. Así es como aparece el mismo texto en otras traducciones de la Biblia, por ejemplo en la Nueva Versión Internacional, en la cual se lee: No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes en la piel. Yo soy el Señor. Las naciones paganas que habitaban en la tierra que Dios prometió a su pueblo tenían la costumbre de tatuarse la piel, por eso Dios prohíbe a su pueblo que adopte esta costumbre. Note lo que dice Levítico 18:30 Guardad, pues, mi ordenanza, no haciendo las costumbres abominables que practicaron antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo Jehová vuestro Dios.
Es obvio que Dios quería marcar una diferencia entre lo que practicaban los pueblos paganos y lo que debía practicar su pueblo escogido. Entre ello, el no tatuarse la piel. El Nuevo Testamento, por su lado, guarda silencio con respecto a los tatuajes en la piel. Con todo respeto para los que tienen una convicción diferente, mi posición sobre este tema es que los creyentes que todavía no tienen tatuajes en la piel, no deberían hacérselos. ¿Por qué? Por varias razones. La primera, porque en el Antiguo Testamento existe un antecedente en el cual Dios prohíbe a su pueblo que se hagan tatuajes en la piel. Cierto que hoy no vivimos bajo la ley del Antiguo Testamento, pero por el hecho que el Nuevo Testamento guarda silencio sobre el asunto de los tatuajes, sería aconsejable adoptar lo que el Antiguo Testamento enseña sobre este asunto. La segunda, porque Dios siempre espera que los creyentes tengan un estilo de vida diferente al del mundo. La tercera, porque los tatuajes pueden llegar a ser una piedra de tropiezo para otros creyentes que tienen la convicción de que un creyente no debería tatuarse la piel.
La palabra de Dios nos ordena no hacer nada que haga tropezar a un hermano débil. La cuarta, porque los tatuajes son muy comunes en personas que no tienen respeto hacia la persona de Dios, hacia el pueblo de Dios y hacia la palabra de Dios. No sería justo por tanto que los que sí tenemos respeto hacia la persona de Dios, hacia el pueblo de Dios y hacia la palabra de Dios adoptemos esa práctica. Con esto no estoy afirmando que todo el que se hace tatuar la piel es contrario a Dios. Lo que estoy diciendo es que existe una tendencia de aquellos que son contrarios a Dios a tatuarse la piel. La quinta, porque a través de los tatuajes en la piel, por más cuidado que se tenga al hacerlo, se introducen al cuerpo sustancias nocivas para la salud. No sé si en todos los países, pero al menos en mi país, la cruz roja no acepta sangre de donantes que tengan tatuajes en la piel. La palabra de Dios nos ordena cuidar nuestros cuerpos porque no son nuestros, pertenecen a Dios y mal haríamos contaminándolos con sustancias que a la larga pueden resultar en graves enfermedades. De modo que, mi consejo es que no se haga tatuajes en la piel, ni siquiera lo que ha calificado como un tatuaje moderado.