Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento dan amplia evidencia en cuanto a que durante la Tribulación estará en pie un templo en Jerusalén, al cual se le conoce como el templo de la tribulación. Consideremos algunas citas. Primero, Daniel 9:27 donde dice: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.”
Cuando Daniel habla de la semana, se está refiriendo a ese período de siete años conocido como: Tribulación. Quien confirmará el pacto con muchos, es el Anticristo. Pero note que a la mitad de esos siete años de tribulación, dice Daniel, que el Anticristo hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Esto implica que durante la tribulación habrá un templo en Jerusalén donde se presenten sacrificios y ofrendas. Ahora demos un salto al Nuevo Testamento y vayamos al libro de Apocalipsis capítulo 11. Para entonces la tribulación estará manifestándose en toda su magnitud.
Note lo que dice en los versículos 1 y 2. “Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.” Este pasaje bíblico habla del templo de Dios. No puede ser otro sino el templo de la tribulación. Será en este templo, donde se coloque la imagen del Anticristo para que sea adorada conforme a lo que dice Apocalipsis 13:15.
A esto último se refiere Mateo 24:15 donde dice: “Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.” Queda fuera de toda duda entonces que durante la tribulación existirá un templo judío en Jerusalén.
Ahora bien, este templo es diferente del templo del milenio, del cual se habla en Ezequiel capítulos 40 a 42. ¿Cómo lo sabemos? Pues porque el templo del milenio va a ser edificado por Jesucristo cuando venga por segunda vez.
Eso es lo que dice la Biblia en Zacarías 6:12-15 donde dice: “Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es el Renuevo, el cual brotará de sus raíces, y edificará el templo de Jehová.
Él edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos. Las coronas servirán a Helem, a Tobías, a Jedahías y a Hen hijo de Sofonías, como memoria en el templo de Jehová.
Y los que están lejos vendrán y ayudarán a edificar el templo de Jehová, y conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros. Y esto sucederá si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios.” Cuando en este pasaje bíblico se habla del Renuevo se está refiriendo a la pesona de Cristo, el Mesías de Israel, quien no es otro sino Jesús.