Job 35:12-13 Allí clamarán, y él no oirá,
Por la soberbia de los malos.
Ciertamente Dios no oirá la vanidad,
Ni la mirará el Omnipotente.
No sé si te has preguntado: ¿Por qué Dios no me responde?, bueno creo que la hay varios factores: a veces, no entiendo la respuesta porque estoy muy abrumado con mis problemas y preocupaciones y el aparente silencio de Dios es parte de la prueba sobre mi paciencia. Otras veces es porque realmente estoy pidiendo algo fuera de su voluntad, para mis placeres y dice el Nuevo Testamento que estoy pidiendo mal. Pero también puede ser que no es algo que yo necesite y puede hacerme algún tipo de daño y Dios simplemente considera que no es sano para mí o no es el momento.
Nosotros por naturaleza somos impacientes y queremos todo ya, como niños caprichosos; pero Dios dice que no nos dará algo malo o que nos hará daño. Puede que esté pidiendo con orgullo y soberbia y por lo tanto Dios no atenderá mi oración, quizás estoy pidiendo algo que sólo es por vanidad, para mis propios deseos que puede ser un tropiezo y tampoco Dios me lo dará, no porque quiera verme sufrir sino porque son cosas que no me convienen y sólo traerán dolor a mi vida en algún momento. Por qué mejor no te sientas a conversar con Dios, quizás con un café de por medio y le preguntas primero qué es lo mejor para ti y que si puede dártelo.
¿Pides cosas que sólo son para tu vanagloria?
¿Pides de una forma coherente con los principios de Dios?
¿Te quejas que Dios no te da lo que pides?