Job 35:10-11 Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor,
Que da cánticos en la noche,
Que nos enseña más que a las bestias de la tierra,
Y nos hace sabios más que a las aves del cielo?
A decir verdad extrañamos a hombres y mujeres que busquen a Dios de todo corazón, que se pregunten: “¿Dónde está? Quiero encontrarme con Él.” La propuesta de que te tomes un café con Dios cada día nace de esta intención, de que sientas el profundo deseo, la sed de tener un compañerismo dinámico e íntimo con Dios. Para muchos hoy en día, Dios simplemente es un amuleto o la lámpara mágica que frotamos cuando necesitamos ayuda, pero no es la razón de vivir, y me refiero a la comunidad que se dice llamar cristiana.
Lo más hermoso de la relación con Dios es que no tiene un tiempo y espacio, no necesitas estar en un lugar específico u horario del día para orar o entrar a su presencia; no tienes que viajar miles de kilómetros o bañarte en algún río para tener un contacto con Él, simplemente comienzas a hablarle y te escucha, meditas en su Palabra y de seguro te hablará, recuerdas sus promesas y confortará tu alma. Dios se quiere comunicar contigo de una forma diferente y única que con el resto de su creación y puedes tener tal comunión por medio de Jesús. Piénsalo, tómate un café con Dios y búscalo hoy.
¿Eres de los que claman por Dios o te olvidaste de Él?
¿Caminas tu día pensando en Él?
Comienza orando cada día y leyendo su Palabra.