Nehemías 2:10  Pero oyéndolo Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel.

Pienso que muchas veces la mayoría de las oposiciones que tenemos es por pura y cochina envidia. Si lo piensas bien, cada vez que comienzas a hacer algo y sobre todo si es algo bueno, habrá alguien que se levante y te critique o le disguste, y aunque duela reconocerlo, es muy común en la iglesia. Le buscan lo mundano o carnal a cosas que no tienen, si haces un programa o evento le encuentran los “peros” y al final es simplemente por echarte tierra.

Creo que este tipo de oposición surge por dos razones: la primera porque muestras con tu actividad y creatividad la inactividad y pasividad del resto, y eso molesta. Y la segunda es porque no se les ocurrió a ellos; la principal razón de enojo en muchos es que “la buena idea” no es de ellos y este orgullo genera molestia y envidia. Me gustaría que te seas sincero y te coloques de un lado de la línea: de los que hacen cosas o de los que se enojan porque los demás hacen cosas. Coteja tu actitud con lo que Dios quiere, tómate un café con Él y considera esto.

¿Te molesta que las demás personas hagan cosas?
¿Te molesta que las buenas ideas sean de otro?
¿Has sentido la oposición de otros cuando sirves?