Es increíble lo que produjo el pecado en el hombre, totalmente hemos quedado inútiles a Dios, todo lo que hagamos está manchado por el pecado y si crees que hay algo que el hombre pueda hacer para agradar a Dios por sus propios medios, filosofía o pensamiento, aun cuando parezca al hombre que es justo y honorable, la verdad es que no tiene valor ante Dios porque el pecado ha ensuciado todo lo que el hombre es y lo que puede ofrecer; es más nuestra justicia es como un trapo de inmundicia para Dios.
¿Esto quiere decir que el hombre es detestable ante sus ojos? En cierto modo, sí. Pero la misericordia y gracia de Dios movidos por su amor, hace que podamos serles útil y gloriosos pero sólo si pasamos por la cruz de Cristo. La naturaleza del hombre mismo no le permite hacer nada que glorifique a Dios, es más, sólo llega a hacer algo bueno para sí mismo. Pero Dios lo acepta, lo regenera, le da una nueva naturaleza al que pasa por Cristo y su sangre lo limpia. Es sencillo y a la vez algo que nadie pudo hacer, solamente Dios tomando la forma de hombre y muriendo y resucitando por cada uno de nosotros lo pudo hacer. Una vida sin Dios es tan vacía y desordenada como el versículo 2 de Génesis capítulo 1. Sólo puedes volver a tener utilidad si te dejas tratar por el Maestro, tómate un café con Dios y sométete a su señorío.
¿Crees que tienes mucho en tus recursos sin Dios?
¿Has sido limpio por la sangre de Jesús?
¿Comparte en qué fecha llegaste a Cristo?