Conozco a personas que me dicen que no saben cómo es Dios y que es imposible conocerlo, bueno quizás no lo puedas conocer como a un fulano que te encuentras en un bar o cafetería y comienzas una amistad; tal vez no puedas verle y palparlo y de ese modo conocerle frente a frente, por lo menos no todavía. Pero para conocer a Dios tienes que ver lo que dice la Biblia acerca de Él, su carácter, poder, sentimientos y deseos; este conocimiento no se produce a través de la meditación trascendental sino por la lectura, es como una carta donde te describe cómo es y sus gustos; así que es fácil, si quieres conocer a Dios deber leer su carta, esto se llama: Biblia.
Bueno, aquí hay una descripción de Él: Es SABIO DE CORAZÓN, no hay algo sin sentido en Dios, todo lo hace perfecto. Es PODEROSO EN FUERZAS, parece hasta redundante pero en realidad enfatiza su poder, nada puede ir en contra de Él, si buscas quién te defienda Él es el más indicado. Y la pregunta obvia es: ¿a quién le fue bien si se puso en su contra? Desde mi punto de vista este versículo te da dos líneas bien definidas de cómo vivir en relación a Dios. La primera: Tienes a Dios de tu lado y todo lo que tenga para ti, es lo mejor porque lo hace con sabiduría y está ahí para protegerte porque nadie es más poderoso que Él. Y el segundo: si te das cuenta cómo es Él, lo más tonto es irte en su contra, no te endurezcas, no seas necio porque de seguro no te va a ir bien.
¿Conoces a Dios?
¿Cuánto tiempo pasas leyendo su carta?
Ponte una meta de lectura diaria.