Usted se ha encontrado con un seguidor de una falsa doctrina conocida como Jesús solo. A esta doctrina falsa se la conoce como la herejía de Sabelio. En el siglo III DC Sabelio, Presbítero de la iglesia oriental en el norte de África, comenzó a negar la doctrina de la trinidad. Decía que Jesús era Jehová del Antiguo Testamento y la única persona de la Deidad. Los términos, Padre y Espíritu Santo, según él, eran otros nombres para Jesús que se referían a ciertos aspectos de su personalidad. Esta doctrina falsa llegó a conocerse también como Modalismo, por su insistencia en que los distintos nombres eran sólo modos de representar a Jesús. Sabelio y sus seguidores afirmaban que Dios fue crucificado, con lo que causaban una inmensa confusión entre Dios Padre que dio a su Hijo unigénito y Dios Hijo que se entregó para encarnarse y ser crucificado.
La herejía de Sabelio desapareció de la Iglesia antes de finalizado el siglo IV DC pero ha resurgido últimamente en algunas denominaciones evangélicas. Este resurgimiento ocurrió en el año 1913 cuando Juan G. Scheppe tuvo una revelación sobre el poder que hay en el nombre de Jesús. En el campamento donde se encontraba, los pastores comenzaron a estudiar el asunto y llegaron a la conclusión que el verdadero bautismo en agua tenía que ser en el nombre de Jesús. Pero ¿cómo reconciliar el hecho que Jesús ordenó bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, según Mateo 28:19? Alguno de ellos salió con la gran idea de que los tres era una sola persona y su nombre era Jesús. Los nombres Señor, Cristo y Jesús eran lo mismo que Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero no eran distintas personalidades. La Deidad se reducía solamente a Jesús. De ahí el nombre Jesús solo. Pero qué dice la Biblia al respecto. Pues la Biblia en su conjunto, desde Génesis hasta Apocalipsis muestra que en la Deidad existe una pluralidad.
El Antiguo Testamento lo insinúa y el Nuevo Testamento lo confirma. La Deidad está formada por tres personas diferentes. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Todas estas personas son Dios, o tienen esencia divina, pero no son tres dioses, sino un solo Dios verdadero. Esto representa un desafío para la razón humana, pero eso es lo que enseña la Biblia. Sobre la pluralidad en la Deidad se puede decir mucho, pero solamente permítame este razonamiento. Se fundamenta en Mateo 3:16-17. La Biblia dice: Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
En este pasaje bíblico, es obvio que son tres personas diferentes quienes realizan tres diferentes acciones simultáneamente.