Al pensar en la persona de Jesús, muchas ideas pueden venir a nuestras mentes.
Lo que Su nombre significa ha estado atravesado por culturas, épocas y tendencias políticas y religiosas. Para algunos fue un revolucionario, para otros fue un extremista político, para otros un héroe o un personaje enigmático o un mártir. La Biblia, la Palabra de Dios, revela Quién es Él.
A pesar de los tiempos y las edades, Su Persona no cambia y sus atributos son eternos. Todas las condiciones de su nacimiento, anunciado por los profetas desde el antiguo testamento, dan cuenta de su total identificación con nuestra experiencia humana, con su amor y su compasión.
Dice el autor Christopher Shaw en su libro Dios en sandalias: “Jesús, sin que fuera necesario para Él, escogió vivir plenamente todas las experiencias que le son comunes a los hombres. Durante su vida jamás utilizó su autoridad o poder para beneficio propio.
En eso vemos las verdaderas marcas de la grandeza de un líder. Su estatura espiritual no depende tanto de lo que hace, sino de lo que escoge no hacer”
No sé cuáles son los significados que tú le das a este Nombre, ni cuáles las ideas que giran en tu mente al pensarlo. Jesús, el Hijo de Dios, se hizo humano y puede compadecerse de tu necesidad. No hay experiencia que le sea ajena. Sufrió, lloró, rio, se enojó y fue traicionado. Predicó la verdad y no le creyeron.
Defendió la causa de los pobres y necesitados y sin embargo le crucificaron como un delincuente. Puede ser que Jesús no esté en tus pensamientos, pero te aseguro que tú sí estas en los Suyos. Desde el principio de los tiempos, tu nombre estaba presente en Él y aún hoy sigue esperando tu encuentro.
Él escogió vivir entre los hombres con poder y autoridad porque es Dios mismo. No te quedes lejos porque su presencia siempre estuvo cerca de ti.
Pensamiento del día:
Baja a Dios de las nubes y llévalo dentro de tu corazón.