¿Cuántas veces culpamos a Dios de lo que nos pasa? La verdad es que muchas. Siempre tendemos en preguntar a Dios: “¿por qué a mí?” y pensamos, a veces porque nuestra conciencia nos acusa, que Dios se está cobrando algo malo que hicimos; por lo general tenemos esa idea de karma que es el pensamiento budista e hinduista de que todo ocurre por una ley cósmica de retribución, o de causa y efecto, en total contraposición a la verdad bíblica, ya que para este pensamiento no hay un Dios soberano sino que todo se rige por la ley de la naturaleza y una persona tiene la libertad de hacer lo bueno o lo malo pero asumiendo las consecuencias de esos actos; la idea de que esto me pasa por algo que hice es una forma de buscar un culpable y no un propósito.
Cuando entendemos que Dios es Soberano, que está en control aun de aquello que escapa de mis manos, trae paz. Esto no quiere decir que Dios quiere que yo peque o sufra sino que a pesar de mis equivocaciones Él no deja de sacar algo bueno y dar gracia para llevarme a otro nivel en la relación con Él. Si aprende de los errores, si veo el propósito de Dios puedo conocer más de su gracia y amor. Para esto comienza hoy conversando con Él, tomándote un café quizás y busca su plan para hoy.
Cómo encontrar el propósito:
1- ¿Qué te ha pasado?
2- ¿Por qué te ha pasado?
3- ¿Algo puedes aprender de esto?
4- ¿Dios te está guiando a hacer algún cambio?
5- Habla con un consejero.