Difícil, hecho único en la vida de una persona, encontrar cómo adorar a Dios en medio de la desolación. Pierdes todo, te sientes pisado por una aplanadora, todo aquello a lo que te aferrabas y te daba valía ahora no está y para peor de males te menosprecian y en medio de este tifón que se llevó todo, te arrodillas y puedes adorar.
Creo que el punto principal de esta situación es: “levantarse”. Mientras sigas tirado en el suelo, en la cama o desparramado en tu sillón frente a tu televisor, jamás vas a poder adorar a Dios y salir de este triste trance. Job se levantó, hizo luto, lloró, le dolió, nunca dejó de ser un ser humano (no creas que llorar o estar triste es signo de ser poco espiritual). Hay una gran diferencia de estar tirado por tierra y postrarse, porque ambas cosas pueden pasar a tu vida, primero estamos derrotados pero puedes levantarte para volver a estar en tierra pero humillado y para adorar. Necesitas pasar por este camino, comienza este día con un café con Dios y levántate para postrarte y adorar.
¿Puedes adorar a Dios en medio del dolor?
¿Necesitas aprender a conocer el obrar de Dios?
¿Vas a adorar a Dios hoy?