Le invito a leer el pasaje bíblico que se encuentra en Lucas 22:20-22 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
El extraordinario anuncio del nuevo pacto que estaba por sellarse con la sangre del Señor Jesús, se pone en contraste con el terrible anuncio de la traición de uno que era contado entre los doce que el mismo Señor Jesús escogió como sus apóstoles. En el relato se hace patente la omnisciencia del Señor Jesús. Desde la eternidad pasada el Señor Jesús sabía que Judas Iscariote, uno que él mismo escogió como apóstol, le iba a traicionar entregándole por 30 piezas de plata. El Señor Jesús también habla de que todo lo que estaba pasando obedecía a un plan predeterminado. Todo lo que estaba sucediendo era lo que previamente estaba determinado. El Señor Jesús también menciona que Judas Iscariote es responsable de lo que estaba por hacer. ¡Ay de aquel hombre por quien es entregado! dijo el Señor Jesús. El hecho que la traición de Judas Iscariote era parte del plan predeterminado de Dios, no libera a Judas Iscariote de la culpa de haber entregado al Señor Jesús para que lo maten. La soberanía de Dios jamás anula la responsabilidad del hombre. Satanás entró en Judas Iscariote para que traicione al Señor Jesús, pero Judas Iscariote no fue sin culpa. Observe como fue el final de sus días en la tierra. Hechos 1:18 dice: Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
Esto condujo a Judas Iscariote a su eterna condenación. Cuando los once discípulos se disponían escoger a quien iba a reemplazar a Judas Iscariote, hicieron una oración y en ella mencionaron el castigo eterno de Judas Iscariote. Leo en Hechos 1:24-26. La Biblia dice: Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
Una vez muerto, Judas Iscariote fue a su propio lugar. Un lugar de condenación eterna. Muy bien. Con todo esto en mente, enfrentemos el asunto crucial. ¿Hizo Dios a Judas Iscariote para que traicione al Señor Jesús? Bueno Dios nos creó a todos y cada uno de nosotros, Judas Iscariote está dentro de esto. David dijo lo siguiente, según Salmo 139:13 Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Pero Dios no crea a nadie con el propósito específico de que haga algo contrario a su voluntad. Dios inclusive creó a Satanás, pero no con el propósito para que se transforme en su adversario. Dios creó a Judas Iscariote, pero no para que traicione al Señor Jesús. Esto fue una decisión de Judas Iscariote.