La mitología griega atrapa a cualquier lector adulto o infantil.
A través de sus mitos, los griegos explicaban el mundo y significaban sus costumbres y prácticas. Los dioses de estas sagas, eran el producto de un imaginario colectivo que respondía a la necesidad de acercar a lo humano los poderes divinos.
Muchos siglos después, la industria del cine crearía a super héroes famosos que en cierta manera siguieron la misma línea de ilusión del hombre dios con poderes sobrenaturales hasta la actualidad. Algunos lectores creen que Sansón, el que menciona la Biblia, fue también un mito. Es entendible que cueste creer en la posibilidad de un hombre común, pero con tanta fuerza. Lo cierto es que realmente existió y que tuvo una familia, una genética humana y una misión divina.
Nace en un contexto de esclavitud. Su madre era estéril, pero recibe directamente del cielo este don divino de dar vida.
Ese milagro de fe es compartido por su marido también. Juntos buscan dirección e instrucciones correctas para criar a este hijo en medio de una sociedad que estaba demasiado lejos de los parámetros espirituales y morales esperables. “y entonces Manoa le dijo a Dios: —Cuando se cumpla lo que dijiste, ¿cómo debemos criar al niño? ¿Qué debemos hacer? (Jueces 13:12) seguramente ellos así lo instruyen más allá de que este joven con fuerza sobre humana y una misión dada por Dios, eligiera decepcionarlos.
Sansón podría haber sido una persona diferente si su corazón no hubiese ido detrás de sus pasiones y desenfrenos. Lejos de ser un ser mítico, terminó siendo un juguete para sus opresores. Padres fieles y responsables sufriendo la tragedia de un hijo impulsivo y sensual.
No había en ellos nada especial excepto su fe. Esa misma fe que transmiten a este hijo rebelde pero que confía en Dios cuando está cerca de su muerte y apela a sus convicciones hasta lo último. Así también cada uno de nosotros podemos proyectar e influenciar esta manera espiritual de vivir en nuestras familias si buscamos dirección y consejo en la Persona de Dios.
El sueño del héroe es ser grande en todas partes y pequeño al lado de sus padres.