India se ha convertido en un país con un déficit de mujeres. En 1961 había 976 niñas por cada 1000 niños menores a siete años de edad. Para el 2011 la cifra había disminuido a un alarmante 914. Cuando nace un niño varón, toda la familia celebra y festeja, pero cuando nace una mujer, se sienten decepcionados y piden descuentos a las clínicas por los servicios médicos prestados. El Doctor Ganesh Rakh, asistía varios partos en los que sufría la discriminación hacia las niñas y la actitud machista de sus padres. Consideró entonces la situación y el 3 de enero de 2012, lanzó su proyecto «Mulgi Vachva Abhiyan», que se traduce como «Campaña para salvar a las niñas«. Decidí que no cobraría nada cuando naciera una niña. También, ya que la familia siempre celebra el nacimiento de un varón, decidimos que nosotros (en el hospital) celebraremos el nacimiento de las hijas», explica el Doctor. Hoy su trabajo ha rendido frutos. Ministros y oficiales del gobierno alaban su trabajo, y otros médicos se han unido a la cruzada iniciada por Ganesh para tampoco cobrar los nacimientos de mujeres. «Empecé algo pequeño. No podría saber que sería recibido de esta manera», comenta Ganesh, y agrega, «Pero a veces, las cosas pequeñas impactan las mentes de una manera enorme».
No es posible el crecimiento personal y espiritual si no salimos de nosotros mismos hacia otros. La caridad, la solidaridad y la misericordia parecen palabras en desuso en el vocabulario de la humanidad. Por supuesto, hay excepciones como el caso de este médico hindú. No es la filantropía sin sentido, hueca o vacía, sino la obra que nace del verdadero amor al otro y de la mirada empática que crea el Espíritu Santo de Dios en el interior nuestro. En medio del frenesí y de las muchas ocupaciones nos olvidamos de hacer bien al prójimo, sin embargo, cuando hacemos bien a otros, a Dios le estamos donando lo mejor de nosotros mismos. Y eso, promueve el bien común
«Hay que hacer las cosas ordinarias, con un amor extraordinario». (Madre Teresa de Calcuta)