Hace unos pocos años, una noticia conmovió los corazones de todos aquellos que la leímos y generó un impacto profundo en las conciencias.
Adjunto algunos renglones de un diario de Bolivia del 2016: “Una empresa de alta tecnología biomédica ubicada en La Paz, Bolivia contrata a mujeres aymaras para la realización de un complejo tejido que es implantado en el corazón de niños que nacieron con defectos cardíacos.
Este implante, una vez colocado, dura toda la vida. La pasión del cardiólogo boliviano Franz Freudenthal, lo llevó a inventar este dispositivo que no admite soldaduras de ningún tipo y que solamente es posible fabricarlo de manera manual.
Es ahí donde las manos y la destreza de las mujeres aymaras intervienen con sus dones a favor de la vida. (Puedes seguir toda la nota en el link http://www.diariopanorama.com/n)
Lo maravilloso de esta noticia, más allá de que salva vidas de niños con cardiopatías congénitas, es la fuerza que resulta cuando se suman los saberes.
Un médico de renombre, descendiente de alemanes, nieto de Ruth Tichauer de Wrischinski, médica alemana de principios de siglos, une su saber con el de las mujeres aymaras, que pueden tejer con hilos que miden 0,10 mm y requieren más de 20 husos.
Ese es el poder del trabajo en equipo, de la cooperación y de la valoración y el reconocimiento. Nadie es tan completo que pueda saber todo o tener todo y menos abarcar todo. Sin embargo, en una sociedad tan individualista, competitiva y narcisista, cada cual atiende “Su juego”.
Son pocas las personas que reconocen y valoran a sus semejantes por lo que son, pueden o saben. Las competencias generan una peligrosa carrera de “codos abiertos”, con tal de escalar o llegar a donde queremos, vamos empujando y sacando de carrera a otros.
Pero la sociedad que Jesús nos deja es la de la solidaridad, la cooperación y los objetivos en común. Cuando lo que tú haces puede sumarse con lo que otro hace y juntos suman a otros más, entonces las cosas que parecen imposibles, surgen.
El principal proyecto de vida empieza cuando nos unimos a Dios y a sus propósitos.
Pensamiento del día :
“El trabajo en común es el secreto que hace que la gente común logre cosas poco comunes”