Bueno, hemos señalado que los que han muerto sin el perdón de sus pecados, van inmediatamente al Hades, que es un lugar de tormento en fuego. Allí en el Hades está Judas Iscariote y todos los que mueren sin haber recibido a Cristo como Salvador. En algún momento, todavía futuro, Judas Iscariote resucitará y con él todos los incrédulos por supuesto, y se presentará al juicio del gran trono blanco.
En este juicio, los incrédulos resucitados, entre los cuales estará Judas Iscariote, escucharán el veredicto de Jesucristo: Al lago de fuego. O al Infierno. El término infierno es la palabra que usó Jesús para designar el lago de fuego, el destino final de los incrédulos.