¿Por qué los Testigos de Jehová dicen que la transfusión sanguínea es pecado?
Para los Testigos de Jehová, la transfusión sanguínea es pecado porque según lo que ellos han publicado en 1961 en un librito de 63 páginas titulado «Sangre, Medicina y la Ley de Dios», al recibir o donar sangre se está aceptando o desprendiendo de parte del alma humana.
Esto, dicen ellos, es contrario al mandamiento de amar a Dios con toda el alma. Según ellos, si una persona tiene una pinta menos de sangre, porque ha donado sangre, ya no puede amar a Dios con toda el alma, porque le está faltando la pinta de alma o de sangre que donó, y del mismo modo, si una persona tiene una pinta más de sangre porque se ha sometido a una transfusión sanguínea, ya no puede amar a Dios con toda el alma, porque tiene una pinta demás de alma o de sangre.
Para fundamentar este razonamiento, la publicación de los testigos de Jehová, recurre a varios textos tomados fuera de contexto.
Uno de ellos por ejemplo, es Génesis 9:3-4 que dice: «Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerás»
Lo que este texto prohíbe y eso a los habitantes postdiluvianos, no necesariamente a toda la humanidad, es comer carne con sangre, más no la transfusión de sangre. En esta época ni siquiera se tenía idea de las transfusiones sanguíneas. Si embargo de ello, los testigos de Jehová leen en este pasaje una prohibición a la transfusión sanguínea. Según ellos da lo mismo comer carne con sangre que hacerse una transfusión de sangre. Algo difícil de aceptar. Imagine que a un hombre que está al borde de morir desangrado, el médico le aconseje comerse una buena morcilla de sangre.