¿Si Dios da lo que él dispone, entonces que sentido tiene pedir lo que uno desea?
Dios ciertamente tiene la última palabra en cuanto a la respuesta a nuestras oraciones, pero esto de ninguna manera impide que nosotros hagamos conocer nuestros deseos a Dios en oración. Es por eso que tenemos una cantidad de mandamientos en el sentido de orar sin cesar.
Permítame solamente citar uno de estos mandamientos. Mateo 7:7-11 dice: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?»
Allí lo tiene Jesús nos exhorta a pedir, buscar, llamar. En respuesta nuestro Padre celestial dará, hará que encontremos, y nos abrirá puertas al deseo cumplido. Es la palabra de Cristo Jesús quien no puede mentir porque es Dios. Todo aquel que pide, recibe, el que busca, halla y al que llama se le abrirá. Recuerde que somos hijos de Dios por medio del sacrificio de Cristo.
Si Ud. tiene un hijo, y si su hijo le pide algo, Ud. procurará satisfacer ese pedido. Ciertamente que no dará todo lo que su hijo pida, porque a veces los hijos no saben lo que están pidiendo. Si su hijo le pidiera por Navidad una metralla de verdad como juguete, ciertamente Ud. no le daría, porque Ud. tiene la última palabra a la hora de dar o no dar.
Igual es con Dios. A veces nosotros como sus hijos pedimos cosas nocivas para nosotros mismos y gracias a Dios que Dios no nos concede el pedido, porque sería fatal para nosotros. Pero no siempre pedimos cosas que revisten peligro para nosotros mismos. La mayoría de las veces pedimos cosas legítimas y Dios se deleita en conceder el pedido como un buen Padre. De aquí la importancia de pedir cosas conforme a la voluntad de Dios, no conforme a nuestra voluntad.
Note lo que dice 1ª Juan 5:14-15 «Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.»
Los pedidos conforme a la voluntad de Dios hechos a Dios en oración tienen garantía de ser respondidos positivamente. La responsabilidad de todo creyente no es cruzarse de brazos y esperar que Dios haga buenamente lo que quiera, porque Él tiene la última palabra en lo que nos da, la responsabilidad del creyente es discernir la voluntad de Dios para pedir a Dios las cosas que son conforme a la voluntad de Dios.
Por eso, una parte de lo que llamamos el Padrenuestro dice: Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. La idea al orar no es que se haga la voluntad del hombre en el cielo sino que se haga la voluntad de Dios en la tierra. Cuando vemos a la oración en esta manera, es un deleite orar y más deleite ver que las oraciones son respondidas por el Señor.
Así que, no desmaye en su oración. Siga orando y aprendiendo a discernir la voluntad de Dios para que sus pedidos de oración sean conforme a la voluntad de Dios. Solo así verá que los deseos de su corazón son cumplidos.
Esto es en esencia lo que nos enseña Salmo 37: 4 que dice: «Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón.»
Si Ud. se deleita en Jehová, discernirá la voluntad de Jehová y pedirá a Jehová cosas conforme la voluntad de Jehová y Dios se deleitará en conceder todo lo que Ud. pida. La oración es para eso.