Es muy probable que la palabra: “tanatopraxia” te suene extraña pues nunca la oíste. Pero debes familiarizarte con ella pues la escucharás cada vez más seguido. Básicamente se refiere a la técnica de maquillar a los muertos. Especialistas en la materia dedican horas de trabajo en disimular lo más posible el horror de la muerte del cuerpo del recién fallecido antes de ingresarlo al funeral.  La tanatopraxia mejora el aspecto del cuerpo y también lo desinfecta por dentro y por fuera, evitando la putrefacción, un factor clave para funerales prolongados o circunstancias en las que los cementerios están abarrotados y hay demoras para los entierros. Esta técnica quita el olor a muerto y parece como si estuviera dormido. Esto es importante para la familia de quien ha fallecido pues no es lo mismo despedirse de un familiar que de un cadáver. Lo cierto es que, de una o de otra manera, lo que se está haciendo es disfrazar la muerte. El ser humano siempre ha experimentado cierto rechazo al concepto de morir. Es que no es natural a la experiencia humana. Dios no nos hizo para morir sino para vivir para siempre con Él. Por el pecado es que entró la muerte a los hombres pasando de uno en uno. Cuando el dictador chino Mao Tsé-tung murió en 1976, el doctor Zhisui trabajó en un hospital subterráneo tratando de mantener los restos, pero la corrupción de la muerte les ganaba terreno. Al final, tomaron la decisión de hacer una réplica exacta de Mao en cera. El hombre que gobernó a la China durante 27 años, era presa, a escondidas, de las inevitables consecuencias de la muerte. Así también, cada individuo que intente vivir su vida (o vivir su muerte) a parte de Dios gasta su tiempo en disfrazar su muerte. La corrupción consecuente del ser, las relaciones, los valores y el alma misma  son evidencia de una vida enajenada de Dios. Por tal motivo Jesús no te propone una solución cosmética para tu problema, Él te da una vida nueva, libre de corrupción y te introduce en una experiencia vital de relación con Él, una experiencia eterna. Deja de disfrazar tu muerte para que aparente vida. Descubre la vida de Dios y vive de  verdad.

Pensamiento del día:

El que no está preparado para morir no está preparado para vivir.