Mayorías. Siempre las hubo, las habrá y seguirá habiendo. Es fácil y cómodo ser parte de una de ellas y es de valientes formar parte de la otra. (Te habrás imaginado cuál es cuál). Alguien dijo una vez: “Raras veces las mayorías han tenido la razón”, y es cierto. Los grandes cambios geopolíticos los han logrado hombres y mujeres de una convicción férrea que avanzaron en sus creencias aunque el mundo se les pusiera en contra. Algunos por motivos y metas equivocadas. Estos han aniquilado a cuántos se le opusieron en su sed de triunfar. A ellos no me quiero referir hoy, tendrán un capítulo aparte pues ensuciaron las páginas de la historia. Pero otros anónimos, incomprendidos, con fines altruistas y una firme vocación de su llamado también se abrieron paso a las adversidades de la vida y lograron sus objetivos. Unos fueron reconocidos por sus hazañas en vida, otros “pos morten”. El tiempo se encarga de confirmar la veracidad de la frase antedicha.

Si nos referimos a las páginas del relato bíblico nos encontramos también con estos dos grupos. Mayorías absolutistas y minorías ignoradas. Noé, predicando solo por varias décadas. Abraham y Moisés obedeciendo a un Dios que apenas conocían y que  los guiaba ciegamente. Josué y su fiel amigo Caleb… Permíteme referirme a estos dos últimos porque su hazaña cobra valor cuando hacemos un simple cálculo matemático. De los doce espías enviados por Moisés a reconocer la tierra que estaban por conquistar sólo ellos dos dieron un informe optimista  cuando los otros diez dijeron todo lo contrario. Eso representa un 16%. Tenemos la lista de reyes buenos de Israel comparada con los malos y nos arroja un resultado del 18%. También tenemos a un José que fue fiel entre sus doce hermanos y eso es un 8%. Ni qué hablar del viejo Elías desafiando a 450 profetas de Baal. ¡Y los derrotó! Uno contra cuatrocientos cincuenta, o sea el  0,002%. Pero déjame decirte que cuando Jesús está de tu lado siempre formas parte del lado correcto. Aunque hoy te sientas solo, si estás con Jesús eres más que un vencedor.

 

Pensamiento del día:

Cuando el mundo te aflija: ¡Confía!, Yo he vencido al mundo. (Jesús)