Gracias por su consulta. Permítame leer Judas 8-11. La Biblia dice: No obstante,  de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne,  rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo,  disputando con él por el cuerpo de Moisés,  no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,  sino que dijo:  El Señor te reprenda. Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen;  y en las que por naturaleza conocen,  se corrompen como animales irracionales.  ¡Ay de ellos!  porque han seguido el camino de Caín,  y se lanzaron por lucro en el error de Balaam,  y perecieron en la contradicción de Coré.

Judas está hablando de los apóstatas. Un apóstata es un incrédulo quien por un tiempo aparenta ser creyente, pero en algún momento se manifiesta lo que es, y se vuelve en contra de todo lo que antes parecía apoyar. Judas nos presenta algunas características de estos apóstatas. Son soñadores. Afirman que Dios les habla por medio de sueños. Mancillan la carne, esto significa que no tienen ningún freno para satisfacer sus bajas pasiones. Rechazan la autoridad. Se rebelan contra todo aquel que intente ejercer algún control sobre ellos. Blasfeman de las potestades superiores. No tienen reparo alguno para ofender a los ángeles, no importa si son buenos o malos. Judas cita el caso del arcángel Miguel, quien, siendo un ángel de orden superior, sin embargo, cuando contendía con el ángel caído, llamado Satanás o diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que le dijo: El Señor te reprenda. Algo que deberían tomar muy en cuenta los que hoy en día hacen lo mismo con Satanás o sus demonios.

Los creyentes no deben dirigir la palabra a Satanás y sus demonios, para atarlos, pisotearlos, arrojarlos al abismo y tantas otras cosas más, sino sólo buscar al Señor y encomendarse a Él para que intervenga con su poder infinito en contra de ellos. Los apóstatas se jactan de blasfemar de cuantas cosas no conocen, y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. Por su carácter y por sus acciones, Judas prosigue mencionando lo que espera a los apóstatas. ¡Ay de ellos! Dice. Una expresión para decir: ¡Pobres de ellos! La razón es porque han seguido el camino de Caín. El camino de Caín significa seguir el ejemplo de Caín. ¿Qué es lo que hizo Caín? Pues en Génesis 4: 1-12 vemos que Caín rechazó abiertamente la voluntad de Dios de ofrecer una víctima inocente para que derrame su sangre en lugar del pecador.

Los apóstatas también rechazan la voluntad de Dios de confiar en la obra del Señor Jesucristo, quien derramó su sangre en la cruz del Calvario en lugar del pecador. Los apóstatas como Caín confían en sus buenas obras para ser aceptados por Dios. Además, los apóstatas se lanzaron por lucro en el error de Balaam. El error de Balaam fue poner a disposición del mejor postor su oficio como profeta para obtener ganancias deshonestas. También los apóstatas perecieron en la contradicción de Coré. Esto es que terminan como los hijos de Coré quienes perecieron por sublevarse contra la autoridad.