Al dejar un trabajo de prestigio en consultoría, Angela Lee Duckworth tomó un trabajo como profesora de matemáticas de séptimo grado en una escuela pública de Nueva York. Rápidamente se dio cuenta de que el coeficiente intelectual no era lo único que separaba a los estudiantes exitosos de los que se esforzaban. Se pregunta entonces: ¿qué pasa si tener éxito en la vida y en los estudios depende más que de un alto coeficiente intelectual? Ella se dedicó a investigar y elaborar estadísticas, estudiando muchísimos casos y muchísimas variables. Descubre así que el éxito no depende de la inteligencia social, ni de la buena apariencia, tampoco de la salud física ni del coeficiente, sino que el éxito en los estudios dependía de LA DETERMINACION. La define como la pasión y la perseverancia para alcanzar metas a largo plazo. Es tener resistencia, aferrarse al futuro cada día durante años para alcanzar aquello que uno quiere. NO es una carrera de alta velocidad sino una maratón de resistencia. Implica necesariamente ser tolerante con las propias fallas y entender que el error no es una condición permanente sino algo a superar. Seguramente esta había sido la experiencia del apóstol Pablo cuando escribe: “Prosigo a la meta…no que lo haya alcanzado ya ni que sea perfecto” La meta para Él era cumplir con los propósitos de Dios para su vida.
En nuestra experiencia diaria, tendemos a abandonar rápidamente las cosas cuando algo nos sale mal. Somos propensos al desánimo y a desertar antes de ver concretadas nuestras metas. Nos amparamos en el error como si eso fuera causa de naufragio. Sin embargo, estamos siendo motivados por la palabra de Dios a avanzar, a caminar diariamente un poco más hacia el objetivo eterno que Dios preparó para nosotros. A veces será necesario detenernos un poco; pero no para salir de la carrera sino para evaluar y considerar lo que sea necesario. Otras veces habrá que dejar de mirar atrás para no distraernos. Y… siempre implicará tomar las fuerzas desde lo alto, desde Dios, para que en medio de nuestros fracasos, nos miremos a nosotros mismos como imperfectos en proceso y seamos determinantes con lo que nos apasiona.
La determinación es la regla que mide la distancia entre tú y tus metas