La antigua Grecia se caracterizó no solamente por sus filósofos sino por ser la cuna de las olimpiadas. Dicha cultura exaltaba la sabiduría y la belleza física.
En los tiempos bíblicos, los viajes misioneros del apóstol Pablo, recorrieron ciudades de Grecia. Una de ellas fue la ciudad de Corinto. Algunos estudiosos dicen que seguramente era la sede de los juegos del istmo, así llamados por el Istmo de Corintio (un istmo es una franja estrecha de tierra que conecta dos masas de tierra más grandes) Corintio se encontraba en un istmo que conectaba el norte y el sur de Grecia.
Estos juegos incluían concursos como carreras, boxeo, y lucha libre. Los corintios conocían bien estos juegos atléticos y la disciplina requerida para ganarlos. Quizá por ese motivo, el apóstol utiliza la metáfora del deporte para enseñar la importancia de la disciplina de la vida cristiana.
En este contexto menciona a aquellos que corren para obtener un premio, a los que se abstienen de todo lo que los distraiga de la meta y también de los que pelean con un propósito, sin dar golpes a la nada sino golpes certeros, precisos, decididos y al blanco.
Si bien nosotros no nos dedicamos al box olímpico, tenemos cada día de nuestros días una gran pelea que pelear. El ring de nuestras circunstancias nos invita a dar el golpe. Si no lo damos, quedaremos fuera antes que podamos darnos cuenta.
Golpear al aire, sin dirección ni precisión, nos descalifica. Conocer aquello contra lo cual luchamos nos mantiene enfocados. Muchas personas son dominadas por sus miedos, sus debilidades y fracasos y en vez de hacerle frente a todo eso, “Pegan al aire”, y solo logran cansarse y caer vencidos. Ejercitarnos, conocernos, esforzarnos y ser disciplinados son habilidades imprescindibles a la hora de enfrentar la historia.
Cultiva la disciplina necesaria en tu mente, en tus emociones y en tu espíritu para dar golpes certeros. Hazle frente a lo que amenaza con destruirte.
Despliega todo el potencial que tienes en Dios y atrévete a ganar la pelea. Una actitud enérgica, decidida y con dirección pueden ayudarte a poner en las cuerdas aquello contra lo que luchas.
PENSAMIENTO DEL DÍA:
Es mejor perder algunos combates en la lucha por lo que creemos, que ser derrotado sin saber ni siquiera por qué se está luchando.