Gracias por su consulta amable oyente. El texto al cual hace referencia su consulta se encuentra en Génesis 6:4 donde dice: «Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.»
Según la concordancia exhaustiva de la Biblia del autor Strong, la palabra hebrea que se ha traducido como “gigantes”, en este texto, es la palabra “nefiil” o “nefil”, la cual proviene de la raíz “nawfal”. Nawfal también es raíz del verbo “caer”, de allí que la palabra “gigantes” se asocie con algo relacionado a caer. Se dice por tanto que gigantes significa: «Los que caen sobre otros». Esto, debido a que por su elevada estatura y enorme volumen, estos hombres gigantes tenían mucha fortaleza.
Esta palabra que se ha traducido como gigantes, aparece en dos textos únicamente. En el ya citado, es decir Génesis 6:4 y también en Números 13:33.
Esto es todo lo que se puede decir acerca de esta palabra. Cualquier cosa más allá de esto no es sino pura especulación carente en absoluto de todo respaldo bíblico. Como esto de que la palabra gigantes significa los que cayeron del cielo.
Usted tiene mucha razón al afirmar que alrededor de esta palabra se han tejido cantidad de fábulas cada cual más fantasiosa que otra, como esto de los Anunakis y los Elohim.
Los Anunakis se supone que son dioses paganos de Mesopotamia. En la cosmogonía sumeria se asume que son los hijos de An o Anu y que son cincuenta, los cuales tienen el control sobre el destino de los mortales.
Por otro lado, Elohim es uno de los nombres primarios para Dios en la Biblia y denota: absoluto poder. Por esto la palabra elohim se usaba también para referirse a personas poderosas bien sea por su oficio, su capacidad económica o por su fortaleza física.
¿Cómo hablar con una persona que está confundida con algo relacionado a los gigantes y piensa que son seres extraterrestres o algo por el estilo? Pues la única manera es dar a conocer que todo lo que debemos creer se debe sustentar en la Biblia. Si la Biblia no lo declara, o algo no se puede comprobar bíblicamente, me refiero a los asuntos espirituales, debe ser rechazado.