La Biblia no condena el uso de la barba en los creyentes, aunque tampoco lo ordena. Por tanto este asunto queda a criterio de cada creyente, dentro de la libertad que todos los creyentes tenemos en Cristo.
Pero recordemos que la libertad en Cristo, no es sinónimo de anarquía, o «yo hago lo que me venga en gana». La libertad cristiana es mas bien la libertad para hacer lo que es la voluntad de Dios. Esta libertad esta limitada por lo que se llama la ley del amor.
Galatas 5:13 dice: «Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servios por amor los unos a los otros».
Este es un texto fantástico. Dice que tenemos libertad, pero no para agradar a la carne haciendo lo que nos venga en gana, sino para mostrar nuestro amor en servicio a los demás.
Aplicando este texto al caso de usar o no la barba, diríamos que Usted tiene libertad de usar barba, pero si el uso de la barba, hace que otro creyente se ofenda, entonces esta dando lugar a la carne y por amor a ese creyente, debería estar dispuesto a gustosamente ceder su derecho a usar barba. Si nadie se ofende porque Usted usa barba y a Usted le parece que debe usarla, entonces úsela, no estará quebrantando ningún mandamiento divino.
Quizás Usted argumentara que es ridículo que uno tenga que amoldarse a los gustos de los demás; pero en realidad no es así. Un creyente maduro es aquel que actúa para beneficio de los demás, mas no para buscar su propio beneficio. 1ª Corintios 10:24 dice: «Ninguno busque su propio bien, sino el del otro».
De modo que Usted puede usar barba, siempre y cuando este plenamente convencido de ello y esto no afecte a ningún hermano en la fe que Usted conozca.