¿Hay gente predestinada al infierno?
La predestinación es el acto soberano de Dios por el cual decidió en la eternidad pasada que todos los escogidos por él sean adoptados hijos de él por medio de Jesucristo.
Efesios 1:3-5 dice: «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,»
La predestinación es una doctrina para los creyentes no para los incrédulos. El texto leído dice que los escogidos por Dios fueron predestinados. Predestinar significa decidir de antemano.
Dios decidió de antemano, en la eternidad pasada, que los escogidos por él van a ser adoptados como hijos adultos en su familia. Debe quedar claro por tanto que los incrédulos no son predestinados. Dios no predestina a ninguna persona al infierno. Si alguien termina en el infierno, no es porque Dios le haya predestinado sino porque el incrédulo jamás ha aceptado el perdón que Dios le ofrece en Cristo.