Los periódicos de Chicago, informaban de la oleada de asesinatos que aumentaba en aquella ciudad por las luchas entre pandillas rivales. Los agentes de la ley, parecían incapaces de acabar con aquella violencia. Jan Vyrne, la alcaldesa de Chicago, había estado afrontando el problema sin encontrar solución aparente. Entonces, en medio de la sorpresa pública, anunció que, junto a su esposo y el resto de su familia, se mudaría al mismo lugar de los hechos. Obviamente esto parecía ridículo y hasta peligroso, que un funcionario del gobierno del cargo de la señora Vyrne, viviera en medio de gente de color y amenazada de tanta violencia ella y sus hijos. Pero ante la sorpresa de toda la nación, su estadía en aquel barrio bajo de Chicago, sirvió para que el índice de delitos descendiera considerablemente. EL hecho de contar con una personalidad semejante viviendo en medio del pueblo trajo vergüenza a sus habitantes que comenzaron a reflexionar sobre su conducta.

En aquella oportunidad fue un súbdito del presidente el que tomó la decisión de solucionar el problema habitando en medio de un pueblo corrupto y funcionó. Cuánto mayor hubiera sido el impacto si el mismo presidente de los Estados Unidos de América hubiera ido, ¿Verdad? Sin embargo, las cosas no siempre producen el resultado que debieran producir.

Una vez, hace muchos, muchos años, el mismo dueño y Creador de este mundo vino a visitarnos, y se quedó a vivir entre nosotros, aún conociendo las partes más bajas de nuestra experiencia, caminó nuestras calles, vistió nuestras ropas, sufrió nuestras penas y aún así, le ignoramos. Eso ocurrió hace ya más de 2000 años con la venida de Cristo a esta tierra. Algunos fueron impactados por este trascendental hecho y sus vidas han cambiado radicalmente y siguen cambiando hasta hoy Tú, ¿eres uno de ellos? Recuerda que la tragedia más grande que haya experimentado la humanidad es haber ignorado el tiempo en que el Creador visitó a sus Criaturas.

PENSAMIENTO DEL DÍA: LA PRESENCIA DE DIOS EN TU VIDA TE SANTIFICA.