La historia siempre atribuyó a los rusos la victoria sobre las tropas francesas bajo el mando del general Napoleón Bonaparte. Pero esa no es toda la verdad de lo ocurrido. Ante el avance de los franceses, los rusos simplemente se retiraron a las estepas dejando sus ciudades abandonadas y quemadas. Cuando los franceses llegaron, nada encontraron sino ruinas, humo, nieve y frío, mucho frío. Soldados cansados y hambrientos de tan larga travesía, se encontraban a miles de kilómetros de su patria y sin provisiones. El camino de regreso a Francia fue aún peor que la angustia vivida en Rusia. Se volvieron sin victorias. Salieron de París 600.000 soldados. Regresaron solo 30.000. El frío, el hambre, enfermedades contraídas en el camino y especialmente el cansancio. ¿Estrategia rusa? ¿Imprudencia francesa?…

El cansancio sigue cobrando víctimas en nuestra época. Es uno de los males de esta sociedad moderna en que vivimos que desgasta matrimonios y familias, que hunde a ministros y ministerios, que degrada el carácter y las relaciones interpersonales y roba el brillo al joven, al padre y a la ama de casa. Lo más peligroso del cansancio no es el agotamiento en sí, sino las decisiones que tomes en ese estado. Se intentan aliviar los síntomas del cansancio acudiendo a sitios SPA, pero es un relax virtual y momentáneo que produce paz por unas horas y… ¿Después? Otra vez el agotamiento y el estrés. El libro de Génesis, capítulo 27, cuenta la historia de Esaú, un joven que, cansado del campo, menospreció sus derechos de primer hijo, se dejó engañar por su hermano y realizó el peor negocio de su vida. La epístola a los Hebreos nos advierte también sobre este mismo ejemplo. ¿Estás cansado? ¡Cuidado con el agotamiento y el desánimo! El león anda buscando a quién devorar y tenlo por cierto que escogerá al más cansado de la manada. Dice la Biblia: “Mirad bien que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar” Dijo Jesús: “Venid a mí todos los que estéis trabajados y cargados que yo os haré descansar” La promesa sigue en pie, sólo debes acudir a su invitación de descanso: “En lugares de delicados pastos me hará descansar.”

PENSAMIENTO DEL DÍA: Lo más peligroso del cansancio no es el agotamiento en sí, sino las decisiones que tomes en ese estado.