¿Sabes cuál es el origen de la palabra SPA? Significa balneario y procede de la ciudad Belga Spa en la provincia de Leija, conocida por sus baños desde la época romana. Algunos sostienen que tiene que ver con “salud a través del agua” ya que algunos de esos balnearios se utilizaban en la época romana para sanar dolencias.

No sabemos a ciencia cierta cuál será el origen. En la actualidad los famosos “Spa” ya no sólo son posibles para los aristócratas, como antes, sino que son de uso común para hombres y mujeres que quieren relajación y rejuvenecimiento. El Señor Jesús quiso procurar el bienestar de sus discípulos enseñándoles una lección de servicio y sanidad completa.

Como era de costumbre, los siervos y esclavos lavaban los pies de los invitados al llegar para limpiarlos luego del camino. El lavamiento de pies que Jesús practica a sus discípulos no era un servicio de Spa, aunque habrá sido un placer que Jesús se los lavara. Fue una majestuosa lección de servicio por amor y de limpieza de pecado.

Cuando llegamos arrepentidos a través de la Fe, a Cristo, Él nos “baña” con su perdón, nos da un nuevo nacimiento, nos justifica ante Dios.

Pero continuamos cayendo en pecado cada día, porque no somos perfectos, y nuestro corazón rebelde y nuestras debilidades hacen que cedamos a lo que no es agradable ante los ojos de Dios. Por eso necesitamos de este “Spa espiritual”. Este acto de intimidad con Jesús a través del cual con su amor nos santifica una y otra vez, restaurando lo que el pecado daña. Ir a Él a través de la confesión y del reconocimiento de aquello en lo que ofendemos su santidad es un acto de entrega por nuestra parte.

El apóstol Pedro no entendía el simbolismo de este acto de servicio, por eso el Maestro se lo explicó. Hoy la salvación y la santidad están del mismo modo a tu disposición solamente en Cristo. El Único Salvador. ¿Tú lo entiendes?

Pensamiento del día;

Cualquier Spa rejuvenece tu vida. Jesús te da vida nueva. ¿Qué prefieres?