En verdad aquel que aprende a gobernarse a sí mismo es más grande que un rey. Aprende a gobernar sus pasiones y puede llegar a gobernar en lugares y ante situaciones que ni siquiera los reyes más poderosos jamás podrán llegar a gobernar. Un viejo adagio militar reza: “Sólo venciéndote vencerás”.

Es que la disciplina del auto control es una de las más difíciles de cultivar en la vida. Los grandes hombres y mujeres que llegaron a impactar a su generación fueron personas que supieron tener sus fuerzas, su potencial y su corazón bajo control. Para ello se necesita una de las mayores demostraciones de poder y la encuentras en Dios porque es extraña a la naturaleza humana. Pablo de Tarso, un hombre que impactó al mundo de su época con el cristianismo, dijo: “Castigo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre.” En otra ocasión dijo: “Os confieso, hermanos, que cada día muero.”

Él era su propio verdugo, custodio, guardián y juez.” No me estoy refiriendo a tu propia conciencia o tu propio corazón porque es engañoso, más que todas las cosas, ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9) Pero sí a un auto control regulado por principios claros y firmes de parte de Dios, expresados en Su Palabra que sirven de base para decisiones de vida y para situaciones de vida. Esas situaciones donde se pone a prueba lo que verdaderamente eres.

Pues es fácil mantener la calma cuando todo sale según lo planeado. Es fácil guardar la compostura cuando, en un círculo de discusión, todos están de acuerdo con tu idea. O cuando El público aplaude tus logros. Pero cuando llega el imprevisto, la gente se te opone y ridiculizan tu propuesta… ¿Eres el mismo? ¡No, ahora me van a conocer! ¡Van a saber quién soy yo de verdad!” Ah, o sea que lo que mostraste hasta ahora era una fachada… ¿Te das cuenta? Te escondes detrás de tu máscara lisa y llanamente porque tienes temor, miedo de que se evidencien tus dudas y temores. Pero aquel que ha aprendido a vivir sujeto a Dios no teme a nada ni nadie. Tiene la fuerza de diez reyes y es capaz de hacer todo lo que quiera (en Cristo que le fortalece).

Pensamiento del día:

Aquel que ha aprendido a gobernarse a sí mismo es capaz de gobernar el mundo.