La honradez es una virtud poco vista en nuestros días. Parecería que esta sociedad altamente competitiva ha minado los cimientos y valores mismos del ser humano y hoy en día ya no importa si defraudo, tomo lo ajeno o miento si eso me sirve para escalar posiciones. El fin justifica los medios.

León y Jorge eran dos muchachos que estaban de aprendices en casa de un cerrajero. El maestro acababa de salir y ellos se encontraron solos en la tienda. “Nuestro maestro se ha olvidado de cerrar con llave su armario. Ven y miraremos lo que hay dentro; yo he visto una carta abierta y la leeremos”, dijo León. “No”, respondió Jorge. “Que haya una llave en el armario o que no, es una misma cosa para los que son honrados.” “Yo no hablo de tocar nada, quiero solamente mirar,” respondió su amigo. “Pero, León, querer conocer lo que otro quería guardar para sí, es ser indiscreto. El indiscreto que roba los pensamientos y los secretos, es como el ladrón que roba dinero; los dos roban, cada uno a su manera, y los dos se deshonran. Yo no quiero ser indiscreto.” León se ruborizó, comprendiendo que su compañero tenía razón.

El que es honrado lo es con todo lo que pertenece a otro, tanto los secretos como el dinero.
Pensar que ciertos atajos son válidos al momento de ganar, es una necedad. Más vale poco pero con la conciencia limpia que un poco más al costo de no poder dormir por remordimiento, ¿Verdad?
Jesús y la Biblia hablan mucho acerca de la honestidad. Fil. 4:8 “En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso.”

PENSAMIENTO DEL DÍA:

NUNCA OLVIDES, MEJOR ES LO POCO CON HONESTIDAD QUE LO MUCHO CON FALSEDAD.