“¿Qué se esconde en tu historial? Solo tú deberías saberlo, nadie más. Descubre cómo conseguir que tu historial sea un secreto”. ¿Te interesa esta propuesta, de que tu “historial” sea un secreto al cual solo tú tengas acceso?… Evidentemente es una seductora proposición para muchos. De no ser así no estaría como sugerencia de primera plana en la pantalla de inicio de uno de los navegadores de Internet más usados. (De allí acabo de copiar y pegar dicho texto).

Pero permíteme decirte que, aunque esto sea una realidad a solo un “clikc” de distancia para cualquiera, no es aplicable para nadie en lo que a Dios respecta. Tu historial se está grabando y archivando paso a paso, minuto a minuto, pecado a pecado, en las arcas celestiales y un día todo mortal deberá dar cuenta de ello. Le guste o no le guste. Esta oferta de privacidad de historial en el navegador se sobreentiende que se deba a la cantidad de web Site indecorosos, fraudulentos y perniciosos que muchos visitan y que no desean que sus amigos, cónyuges o hijos descubran. Puedo disimular, puedo evadir, puedo engañar, puedo vender una fachada de moralidad y ser un cerdo por dentro.

Permíteme recordarte un incidente de connotaciones públicas. Cierto famoso basquetbolista de la NBA, conocido por sus campañas de ayuda a niños necesitados, aterrizó en EE.UU. en una de sus giras. Fans, curiosos, padres y muchos niños acudieron a verle al enterarse de su arribo. Un fotógrafo captó el momento en que este deportista saludaba a un pequeño con una mano. La otra la tenía ocupada. ¿Con qué? Un acercamiento de esa foto publicada en la portada de una famosa revista americana, dejaba ver la típica revista porno “Play Boy” en unan discreta bolsa de plástico. Como que no concordaba la paternal e infantil actitud de este hombre con lo que escondía en su otra mano, ¿verdad?… Esto es solo un ejemplo de lo que intentamos decir.

No hay algo más ridículo que intentar engañar a Dios. Él no puede ser burlado. Y todo lo que siembres hoy lo cosecharás mañana.

Pensamiento del día:

El pretenda engañar a Dios se está engañando a sí mismo.