El concepto que tenemos de nuestra valía se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Nos aceptamos como somos reconociendo nuestras limitaciones, debilidades e imperfecciones. Según el mundo, la percepción de uno mismo o “cómo nos vemos a nosotros mismos” es, una vez más, la gota que puede significar el éxito o el fracaso, la alegría o la tristeza, la felicidad o la desgracia. El concepto del valor de uno mismo se desarrolla gradualmente durante toda la vida, empezando en la infancia y pasando por diversas etapas de progresiva complejidad. Cada etapa aporta impresiones, sentimientos e incluso, complicados razonamientos sobre el “Yo”. El resultado es un sentimiento generalizado de valía o de incapacidad. En general, las experiencias positivas y relaciones plenas, ayudan a aumentar este concepto. El problema es que vivimos en una sociedad en que los medios de comunicación nos “ordenan” cómo vestir, qué comer y hasta cómo sentir o qué desear, y puede resultar muy perjudicial para personas con una imagen distorsionada de sí mismas. El daño es causado por la diferencia entre lo que somos y lo que “debemos ser”, según la sociedad. Cuando las personas buscan aprobación en los demás y en el mundo exterior, siempre tratan de impresionar fingiendo lo que no son. Buscan desesperadamente que les aplaudan o consientan, necesitan que les aprueben constantemente porque, de lo contrario, se deprimen y dejan caer. La persona que no se valora, es difícil que se entregue con amor por los demás. Si no se quiere, es posible que otros le rechacen; si cree que no vale nada, es posible que otros le perciban igual. Amigo, Dios te dice que eres su creación especial. Te hizo único y tiene un plan único para ti. Si bien es importante lo que pienses de ti mismo y lo que los demás piensen de ti, lo que Dios piensa de ti es lo que realmente cuenta. Encuentra en comunión con Él tu verdadera identidad y serás la persona más feliz del mundo.

PENSAMIENTO DEL DIA:

El molde de quién eres realmente, está guardado en el cofre de la eternidad, allá en el cielo. (Búscalo)