El principio de la superación personal no es un nuevo concepto en valores, o en la sección “recursos humanos” de una empresa al estilo moderno. Dios puso en nuestro ser ese valor, ese sentido de auto superación y de progreso personal, solo que recomienda hacerlo pacientemente y “en sus fuerzas”, nunca separados de Él. El estancamiento, el conformismo y un estilo de vida cómodo nunca estuvieron presentes en el plan de Dios al diseñar tu vida. Pablo lo expone muy bien en el capítulo 3 de su carta a los Filipenses. Es que la senda de aquel que camina en justicia es como la luz del alba que va aumentando hasta llegar a un momento de plena luz cuando el día ya es perfecto. Vivimos en una sociedad donde, al mismo tiempo que se propone la escalada social a cualquier costo en una lucha cruel y despiadada por la competencia, también se nos seduce a un estilo de vida “ligth”, al facilismo y la comodidad. El concepto del sacrificio ya no figura en nuestros jóvenes que pretenden tener todo al alcance de sus manos con un solo “click”.  Hasta que no estés dispuesto a perder de vista el horizonte nunca descubrirás nuevas costas. El apóstol Pablo fue un adelantado del primer siglo de la iglesia cristiana, él dijo: “En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye”.

Como puedes apreciar el concepto de sobreedificar domina la mente de este gran hombre. Glorias pasadas, así como errores cometidos, momentos gratos en el banco de tu memoria así como los otros, los traumáticos y dolorosos. El recuerdo de amigos y de traidores, tu primera novia, así como la compañera de toda tu vida, son el sustrato donde deben enraizarse nuevos logros, con fuerzas renovadas y metas más sublimes. No te estanques, (si no quieres oler a podrido).

Pensamiento del día:

A menos que hagas algo más allá de lo que ya has alcanzado nunca podrás crecer.