La guerra no es la asesina Nº 1. Lo que más personas mata es el aborto. Él es el asesino Nº 1. Durante las nueve guerras ocurridas en los años desde 1775 hasta el presente, murieron 667,286 americanos en los campos de batalla. Solamente en 1972, 600,000 bebés americanos murieron por el aborto. Esto es más de un asesinato cada minuto. En ese año, más bebés murieron «legalmente» por medio del aborto en California que el total de los soldados americanos que murieron en las guerras de Vietnam, Corea, Hispanoamérica, México (1812) y la Guerra de la independencia Norteamericana, todas juntas. En la guerra el cuerpo médico salva vidas. Cuando se trata del aborto, la profesión médica mata. Los bebés abortados no son condecorados con medallas ni se conmemora un día de duelo nacional por ellos. Mediante las técnicas que se utilizan, a los bebés se les desmiembra cortándolos en pedazos, o se les quema vivos en una solución salina; no se les da anestesia. ¡Sufren una muerte horriblemente dolorosa! Algunos datos sobre la magnitud del aborto dicen que: Cada año hay 1, 600,000 abortos en los EE.UU.   El 92%, aproximadamente 470,000 abortos, se practican alegando razones sociales, económicas o personales. Tres de cada cuatro mujeres que abortan dicen que un hijo interferiría con el trabajo, la escuela u otras responsabilidades. ¿En qué mundo vivimos? ¿Este fue el plan de Dios para los humanos al regalarles la vida y ubicarlos en este planeta? Seamos objetivos, los medios informáticos nos hacen creer que los malos son otros pero debemos reconocer que la maldad está dentro del propio corazón del hombre y que por consecuencia, todo lo que sale de su interior tendrá un final de muerte. Sólo si se cambia el corazón, se cambiará la conducta del hombre y sus locas soluciones. Sólo la presencia de Dios produce ese cambio y la oportunidad de invitarle es hoy, ahora.

PENSAMIENTO DEL DIA:

Sólo si se cambia el corazón, se cambiará la conducta del hombre y sus locas soluciones.