El estilo de vida que nos han impuesto a vivir (por no decir: “obligado”), está caracterizado por cierto clima de inseguridad, desconfianza y circunstancias críticas y difíciles que nos tocan enfrentar. Esto en el ámbito personal, familiar y laboral. Podemos mencionar como germen de esta patología social la decadencia moral, producto de una mente que piensa que lo tiene todo, que no tiene necesidad de nada, y que se considera a sí misma el ombligo del mundo. La sociedad actual se ha olvidado de Dios. Nos hemos centrado en nosotros mismos y hemos perdido la visión altruista que debe caracterizar al hombre y a la mujer, creados a imagen de Dios. En medio de esta lamentable situación pueden brotar pensamientos de esperanza. ¿Qué pensamientos vienen a tu mente al comenzar una nueva etapa con este record de desesperanza que te rodea?… Ellos van a determinar tu presente y tu futuro. Hoy vivimos en la generación de lo superficial, de lo estético. El culto al cuerpo y el valor de la imagen han desplazado el cuidado de la mente. Hoy mucha gente sufre de más, debido a su manera de pensar y abordar los problemas de la vida. Creemos que si centramos nuestras vidas en nosotros seremos más felices, pero es mentira, nuestra razón de ser y nuestra plenitud la alcanzamos en Dios.

Si viviéramos vidas más agradecidas no reclamaríamos tanto y disfrutaríamos más las cosas de la vida. El agradecimiento no forma parte de la cultura general, hoy en día estamos más entrenados para reclamar que para agradecer. Creemos que somos el resultado de nuestro trabajo y que tenemos derecho a todo lo bueno que nos sucede, de ahí la falta de gratitud a Dios y a nuestro prójimo. Es común leer las pancartas y los grafitis de protesta contra las instituciones y el gobierno por reclamos de derechos ignorados, pero rara vez se observan notas de gratitud por las mejoras logradas o por los derechos defendidos. Es suficiente detenerse unos instantes para hacer un rápido recuento de cuántas cosas tenemos por las cuales nunca hemos agradecidos. Te prometo que si practicas este hábito toda tu óptica de la vida cambiará.

 

Pensamiento del día:

El que vive agradeciendo muere sonriendo.