En Zacarías 1:1 dice que Zacarías es hijo de Berequías, quien a su vez era hijo de Iddo. Pero en Esdras 5:1 dice que Zacarías era hijo de Iddo. ¿No debería decir, nieto de Iddo?

Demos lectura a los textos citados.

Primero, el que se encuentra en Zacarías 1:1 donde dice: «En el octavo mes del año segundo de Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo»

Según este texto, el profeta Zacarías, fue hijo de Berequías, un sacerdote, quien a su vez fue hijo de otro sacerdote cuyo nombre es Iddo. De Iddo nos habla Nehemías 12:4 mostrándonos que fue un sacerdote que regresó de Babilonia entre los sacerdotes y levitas que subieron con Zorobabel. El padre de Zacarías, Berequías, probablemente murió cuando su hijo era muy joven, lo cual hizo de Zacarías, el sucesor inmediato de su abuelo el sacerdote Iddo. Zacarías era profeta y sacerdote.

Técnicamente hablando entonces, según nuestra mentalidad occidental, Zacarías fue hijo de Berequías y nieto de Iddo, conforme Usted acertadamente lo ha notado.

Ahora veamos qué es lo que tenemos en Esdras 5:1 donde dice: «Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo, ambos profetas, a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos.»

Aquí, en este texto aparece Zacarías como hijo de Iddo, aunque por la información en el libro de Zacarías sabemos que en realidad era nieto de Iddo.

¿Por qué entonces dirá hijo, más no nieto? La razón descansa en la mentalidad Hebrea u oriental que difiere de la mentalidad occidental. Según la mentalidad oriental: era perfectamente válido hablar de alguien como hijo de fulano de tal, a pesar de que entre los dos había más de una generación.

Es decir que, por ejemplo, si un tal Jacobo, un judío, era nieto o bisnieto o tataranieto, de un tal José, otro judío, perfectamente se podía decir que ese Jacobo era hijo de José. Es cuestión de mentalidad. Para nosotros, con nuestra mentalidad occidental suena algo raro, pero para ellos no.

Por eso es perfectamente válido decir que todo judío es hijo de Abraham, según la carne, aún cuando entre Abraham y cualquier judío existan incontables generaciones.