Pregunto esto porque conozco una iglesia en la cual, si alguien ha sido bautizado siendo infante, en cualquier iglesia que sea, no necesita volver a bautizarse una vez que recibe al Señor Jesucristo como Salvador. ¿Está bien esto?

Gracias por su interesante pregunta. Para comenzar, le diré que el bautismo cristiano en agua es una de las dos únicas ordenanzas que el Nuevo Testamento da a la iglesia. La otra ordenanza del Nuevo Testamento para la iglesia es la Cena del Señor o la Santa Cena. Aparte de estas dos ordenanzas para la iglesia no existe ninguna otra en el Nuevo Testamento. El bautismo en agua es parte integral de lo que se conoce como La Gran Comisión, lo cual se encuentra en Mateo 28:19-20. La Biblia  dice: Por tanto,  id,  y haced discípulos a todas las naciones,  bautizándolos en el nombre del Padre,  y del Hijo,  y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;  y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,  hasta el fin del mundo.  Amén.

Siguiendo lo que dice este mandato, la iglesia tiene como norma bautizar en agua a toda persona. A todos los que ha confesado que el Señor Jesucristo es su único y suficiente Salvador. En el Nuevo Testamento no existe registro alguno de alguien que haya sido bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Sin antes haber recibido al Señor Jesús como Salvador. Sólo como ejemplo considere este texto en Hechos 8:12 Pero cuando creyeron a Felipe,  que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo,  se bautizaban hombres y mujeres.

Los que creyeron y en consecuencia fueron bautizados en agua eran personas plenamente conscientes de lo que estaban haciendo. No niños que por su inmadurez no tenían en absoluto conciencia sobre lo que estaban haciendo. En el bautismo en agua, el creyente realiza una precisa representación de lo que le ha sucedido en su vida en el campo espiritual. Al ser sumergido en las aguas es como si dijera: A causa de mis pecados, merecía la muerte. Pero cuando murió Jesús, morí también. Mi viejo hombre, mi antigua naturaleza fue crucificada con Él. Cuando Jesús fue sepultado, yo también lo fui. Cuando el creyente es sacado de las aguas, es como si dijera, ahora he resucitado a una nueva vida. Así como el Señor Jesús resucitó de los muertos para no morir jamás.

Mi vieja naturaleza ha sido privada del poder que antes tenía sobre mí para mantenerme esclavo al pecado. El bautismo en agua es una ordenanza que ilustra el fin de la pasada manera de vivir. Es un acto público de obediencia a la voluntad de Dios, representando la muerte del creyente con Cristo.

No tiene méritos para la salvación, sino que es para los que ya son salvos. ¿Cómo puede un infante estar consciente de todo esto? De modo que, el Nuevo Testamento no reconoce en absoluto el bautismo de los niños que no tienen conciencia de lo que están haciendo. Así que, si alguien fue bautizado entre comillas, o mejor remojado, siendo un niño. Sin estar consciente de lo que estaba haciendo, y más tarde ya teniendo conciencia recibe a Cristo como Salvador. No es que necesita volver a ser bautizado, sino que necesita bautizarse. Porque lo que hizo siendo niño de ninguna manera fue el bautismo que enseña el Nuevo Testamento.