En Óseas 8:13 dice que Dios castigará el pecado de Israel haciéndoles volver a Egipto. Pero en Óseas 11:5 dice que Israel no volverá a la tierra de Egipto. ¿Por qué la contradicción?

Veamos qué es lo que dice cada texto en particular. Primero, Óseas 8:13 donde leemos; «En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.»

Por medio del profeta Óseas, Jehová está haciendo una fuerte reprimenda a las diez tribus de Norte, conocidas como Efraín o simplemente Israel. Fue tal la maldad de estas diez tribus, que no los quiso Jehová. Esto es demasiado triste. Pero el pecado puede conducir a una persona a un punto que Jehová deja de tratarlos con amor y solo les espera el castigo. Así ocurrió con las diez tribus del norte. Jehová se acordó de la iniquidad del pueblo y los castigó por su pecado.

¿Cuál fue el castigo? Pues no fue enviarles a la tierra de Egipto, como está interpretando Usted, sino que les envió a un Egipto en un sentido figurado, o a una tierra de cautiverio a un lugar donde estarían en esclavitud.

La Biblia relata que este lugar fue Asiria. Las diez tribus del norte fueron llevadas en cautiverio por los Asirios. Ahora vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Óseas 11:5 donde dice: «No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.»

Igualmente aquí, Jehová está confrontando a las diez tribus del norte por medio de su profeta Óseas. Dice Jehová que por su maldad, las diez tribus del norte no regresarán, ahora si, a la tierra de Egipto, donde alguna vez ya fueron esclavos, sino que en lugar de eso, Dios les pondrá bajo el dominio Asirio.

Serían esclavos de los asirios. Lo cual en efecto sucedió el año 720 AC. De modo que, no existe ninguna contradicción entre estos dos textos en el libro de Óseas.