David escribió en el Salmo 13:
¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? (Salmo 13:1-2)
¿Dónde está Dios cuando los temblores de esta vida hacen tambalear tu mundo? ¿Se preocupa Dios de esto? ¿El está al control de los temblores? ¿Hace esto que tu fe se afirme o se tambalee? Estos son los temas con los que batallamos cuando el dolor fractura nuestro corazón. Más adelante el Pastor Ron Moore nos ofrece una respuesta a estas preguntas con un modelo de Fe Inquebrantable.
También junto con el mensaje de hoy tenemos material en digital para que usted lo pueda imprimir totalmente gratuito esperando por usted. En sus páginas podrá redescubrir el sentir de la presencia de Dios que se pierde en la desilusión, o el desastre. Más adelante hablaremos sobre este tema durante la emisión de este programa. Ahora aquí esta el Pastor Ron con el mensaje “Fe inquebrantable en un mundo tambaleante”.
A cuantos de ustedes les gustan las tiras cómicas de “Calvin y Hobbes” Aquí está una que vi recientemente, en la primera imagen Calvin está balanceándose en un columpio, entonces llega otro chico y le dice, “bájate del columpio pequeñín” y Calvin responde, “Olvídalo amigo, espera tu turno”. A continuación en la siguiente imagen, el chico está lanzando golpes y saca a Calvin del columpio, y Calvin se queda arrinconado en una esquina del patio de juegos. En la tercera imagen, Calvin está tendido en el suelo, un fuego va subiendo por su rostro mientras él está pensando: “qué es difícil ser religioso cuando ciertas personas deberían ser consumidas por un rayo”.
¿Te has sentido alguna vez así?. Hay una gran verdad en esto, ¿cierto?. En algún punto de nuestras vidas, hemos sido derribados fuera del columpio, y no lo ha hecho una persona, sino que hemos sido golpeados por alguna situación.
Y cuando somos derribados fuera del columpio, ciertas preguntas acerca de Dios y algunas expectativas sobre cómo debería obrar Dios vienen a nuestra mente. Las preguntas que le hacemos a Dios son; “¿Dios, tú provocaste esto?”. “¿Dios, tú permitiste esto?”. “¿Tú quieres que esto suceda?. “Dios, tú no quieres que esto suceda, pero ¿eres incapaz de hacer algo al respecto”?. Y luego también están las expectativas acerca de Dios, y decimos; Está bien Dios, he sido derribado fuera del columpio, y espero a que Tú hagas algo, estoy esperando a que Tú intervengas, estamos esperando que Él arregle las cosas, y si no lo hace cuando nosotros queremos al menos que sea de la manera que nosotros queremos que Él lo haga, y nos decimos a nosotros mismos, que es difícil ser religiosos. Que es difícil creer en Dios cuando las cosas no salen como esperábamos.
En nuestra era moderna, probablemente ningún individuo ha impactado el Cristianismo como lo ha hecho un hombre llamado C.S Lewis. Un ateo que en su búsqueda por refutar a Dios se convirtió en Cristiano. Un gran escritor que nos dejo el libro “Mero Cristianismo”. Un libro que si usted aún no lo ha leído, debería hacerlo. También escribió un libro llamado: “El problema con el dolor”. Y es el escritor de “Las Crónicas de Narnia”.
El era casado, y el nombre de su esposa era Alegría, ella tenía cáncer, y él caminó junto a ella a través de los tiempos difíciles hasta que ella murió. Algunos dicen que C.S. Lewis a pesar de haber escrito y ser un conocedor de la verdad, nunca se recupero de su experiencia con la muerte. Y empezó a escribir un diario sin la intención de que éste sea publicado. Lewis murió el mismo día que el presidente John F. Kennedy fue asesinado, y posteriormente se escribió un magnifico libro con algunos pensamientos de su diario, el libro se llama “Una pena en Observación”, y sólo deseo compartir algunos pensamientos de C.S. Lewis, y de cómo él va atravesando los tiempos difíciles.
Escuchen lo que él dice. Ahora, aquí está el hombre que escribió “Mero Cristianismo”, aquí está el hombre que escribió “El problema con el dolor”. Él conoce la verdad, pero apreciado amigo, hay una gran diferencia entre conocer la verdad y experimentar el dolor, ¿no es cierto?. Entonces Lewis en su luto nos dice: “Y, mientras tanto, ¿Dónde está Dios? Éste es uno de los síntomas más inquietantes. Cuando eres feliz, tan feliz que no tienes el sentir de necesitar a Dios para nada, tan feliz que te ves tentado a percibir sus llamadas sobre ti sólo como una interrupción, si acaso recapacitas y te vuelves a Él con gratitud y alabanza, entonces Él te recibirá con los brazos abiertos. Pero ve hacia Él cuando tu necesidad es desesperada, cuando cualquier otra ayuda te ha resultado vana, ¿y con qué te encuentras? Con una puerta que te cierran en la cara, con el sonido de cerrojos, un cerrojazo de doble vuelta en el interior. Y después de esto, el silencio. Más vale no insistir, tal vez dejarlo. Cuanto más esperes, más enfático será el silencio. No hay luces en las ventanas. Debe tratarse de una casa vacía. ¿Estuvo habitada alguna vez? Eso parecía hace tiempo. Y aquella impresión era tan fuerte como la de ahora. ¿Qué puede significar esto? ¿Por qué Dios es tan presente en nuestros tiempos de prosperidad, y tan ausente en nuestros tiempos de tribulación?.”