Cuando en 1 Juan 5:16 se habla del pecado de muerte, ¿A qué se refiere? ¿Por qué el apóstol dice que no se pida por el que cometió tal pecado?

Gracias por su pregunta. Leamos el texto en 1 Juan 5:16 donde dice: «Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.» Pecado es todo aquello que es contrario al carácter de Dios. Dios es santo, puro y perfecto. Todo lo que no sea también santo, puro y perfecto es pecado. Es decir que a los ojos de Dios no existen categorías de pecado. Sin embargo, las consecuencias del pecado, no son las mismas para todo pecado. A los ojos de Dios, mentir es tan pecado como matar, pero las consecuencias son totalmente diferentes. Jesús mismo dijo que en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para Corazín y Betsaida. Las consecuencias de los pecados no siempre son las mismas.

Otra cosa que debemos tener muy en cuenta es que la Biblia enseña que una manera de disciplinar a los creyentes por parte de Dios es quitándoles la vida. Esto no significa que esos creyentes perderán su salvación o algo por el estilo, simplemente significa que Dios se los lleva al hogar celestial para que no causen más problema en la tierra que el que ya han causado con su pecado. Nuevamente aquí, no todo pecado del creyente es disciplinado por Dios con la muerte y no toda muerte de un creyente es consecuencia de algún pecado cometido. Solo Dios sabe cuándo disciplinar a un creyente con la muerte. Con todo esto en mente, vamos a lo que dice el Apóstol Juan en cuanto al pecado de muerte. Se trata de un pecado que comete un creyente y de algún modo, ese pecado, es de conocimiento de otro creyente.

Este último creyente puede orar a Dios por ese hermano que ha cometido determinado pecado. Si la voluntad de Dios no ha sido disciplinar con la muerte al creyente que cometió el pecado, Dios contestará la oración del creyente que oró por él creyente que pecó, y Dios le concederá vida. ¿Por qué? No porque el creyente oró con fe o demandó a Dios que no discipline con la muerte al creyente que pecó, sino porque la voluntad de Dios fue no disciplinar con la muerte a ese creyente que pecó. Se trata de una oración hecha en la voluntad de Dios. Pero supongamos que la voluntad de Dios ha sido disciplinar con la muerte al creyente que pecó. En este caso, aunque el otro creyente ore con fe y con persistencia para que Dios no discipline con la muerte al creyente que pecó, Dios no contestará esta oración, porque su voluntad es disciplinar con la muerte al creyente que pecó. Se trataría, en este caso, de una oración hecha no en la voluntad de Dios. Así que, el pecado de muerte no es una acción específica que Dios siempre disciplina con la muerte. Puede ser cualquier pecado, solo Dios sabe por cual pecado va a disciplinar con la muerte y cuando va a disciplinar con la muerte por ese pecado.