¿Has peleado con Dios?. Yo te puedo decir que sí, y  muchas veces. Pero la lucha más grande que he tenido me hizo ver realmente que la verdadera misión de Dios no fue enfrentarme o afligirme para que me diera cuenta de mi pecado, sino para librar mi alma. Muchos no pecan, no por santidad sino por miedo a las consecuencias del mismo. Y viven esclavos de pensamientos y deseos pecaminosos, que no los consuman, por el simple hecho de que aprendieron el discurso de que:” si pecas, Diosito te va a castigar”.

He escuchado predicadores hablar desde un púlpito diciendo “que si tu hijo se enferma es porque Dios está llamando tu atención porque estás en algún pecado”; personalmente creo que no es así. Pero la prédica de vivir bajo el terror y no pecar por el miedo, es muy común. En realidad debemos vivir en santidad porque Dios ha librado nuestra alma del pecado. Hoy en vez de pelear, porque mejor no te sientas a tomar un café con Dios y pídele que libre tu alma.

Dia 26